El Juego del Calamar: la serie de Netflix de la que todos hablan

La última producción surcoreana de Netflix ha revolucionado las redes sociales con tan solo 9 episodios. Se han creado miles de memes y ha generado una gran conversación en Internet. Esta violenta serie nos habla de un concurso al estilo Battle Royale en el que el ganador se llevará 33,2 millones de euros. No obstante, también aprovecha para hablar de temas como el capitalismo y la desigualdad de la sociedad coreana.

¿Qué es el Juego del Calamar?

Es una serie creada por Hwang Dong-hyuk, quien afirma que se inspiró en las obras Battle Royale y Liar Game. En su filmografía se encuentran los films El Crisol (2011) y The Fortress (2017). Cabe destacar que su película de tesis de graduación fue Miracle Mile (2004) se proyectó en más de cuarenta festivales de cine internacionales y ganó varios premios. Tal y como puede apreciarse, el director siente especial interés por retratar temas sociales.

Pero, vayamos al lío, ¿de qué trata el Juego del Calamar?

La serie comienza contándonos la vida de Seong Gi-hun, un hombre divorciado que está arruinado. Su afición por las apuestas le ha llevado a endeudarse con mafias y a vivir con lo mínimo. Ni siquiera puede comprarle un regalo decente a su hija, la cual está a punto de irse a vivir a Estados Unidos con su madre y la pareja de esta. Además, su madre está gravemente enferma y no pueden costear económicamente el necesario tratamiento.

Nuestro protagonista no es el único que presenta una situación económica alarmante. El resto de personajes principales también se encuentra en peligro, ya sea por sus malas decisiones en los negocios (Cho Sang-woo), sus tratos con la mafia (Jang Deok-su) o su condición de desertora en Corea del Sur (Kang Sae-byeok). 

En este desolador panorama, cada uno de ellos se encuentra con un tipo en el metro que les propone jugar a Ddakji, que son una especie de sobrecitos de colores. El hombre misterioso tirará el sobre al suelo y la persona en cuestión tiene que conseguir darle la vuelta con su sobrecito. Si lo consigue, recibirá 100.000 wones (72, 89 €), si no, una bofetada. De esta forma, consiguen embolsarse una buena cantidad de dinero, marcharse con la cara dolorida y la invitación para participar en El Juego del Calamar.

Esta es la invitación para participar en el peligroso juego

456 personas aceptan participar en el extraño concurso que les permitirá acabar con sus deudas. Al llegar a la isla en la que se desarrolla la competición, no sospechan de que los jugadores que pierdan serán literalmente eliminados. Además, cada vez, que un jugador muera, se añadirán 100 millones de wones coreanos, siendo 45.600 millones de wones (33,2 millones de euros), lo que se llevará el ganador. Para más inri, este dinero se irá colocando en el interior de una hucha de cerdito que cuelga encima de sus cabezas cual piñata. 

Este es el cuantioso premio de El Juego del Calamar

Competirán entre sí a través de 6 juegos infantiles. Después de cada uno de ellos, se dejará un tiempo prudencial para que descansen y coman (de forma bastante precaria). Tan solo existen 3 normas en el Juego del Calamar:

• Cláusula n.º 1: el jugador no puede dejar de jugar.
• Cláusula n.º 2: el jugador que se niegue a jugar será eliminado. 
• Cláusula n.º 3: los juegos terminarán si así lo acuerda la mayoría.

Personajes del Juego del Calamar

En este juego participan 456 personas, pero como es obvio no todos tienen el mismo protagonismo. Cada uno de ellos tiene una personalidad muy definida y cumple con un rol concreto dentro del juego:

Jugador 456: Seong Gi-hun

Seong Gi-Hun, el protagonista

Nuestro protagonista se retrata como alguien patético, que inspira verdadera lástima. Siente admiración por Cho Sang-woo, amigo de la infancia que también ha decidido participar. Dentro del juego, este personaje siempre intenta regirse por la opción más justa o ética.

Jugador 218: Cho Sang-woo

Cho Sang-woo, el prodigio del barrio

Tal y como repite el protagonista tantísimas veces, Cho Sang-Woo es un hombre inteligente que ha estudiado en la Universidad de Seúl. Lo cual no le exime de la toma de malas decisiones, como malversar los fondos de su empresa. Esta ha acabado afectando al negocio de su madre y le obliga a vivir escondido. Es uno de los personajes más inteligentes -e incluso retorcidos-. Solo mira por sí mismo y no duda en -de forma discreta- urdir las tretas necesarias para vencer a sus rivales.

Jugador 001: Oh Il-nam

Oh Il-nam, el primer jugador

Este entrañable ancianito es el primer jugador. Padece de un tumor cerebral y decide vivir una última aventura en El Juego del Calamar. Poco sabemos de su origen, además de que tuvo mujer y un hijo. El es personaje que más defiende el protagonista.

Jugadora 067: Kang Sae-byeok

Kang Sae-byeok, la esperanza de su familia

Esta joven desertora de Corea del Norte se introduce en este "concurso" para conseguir rescatar a su familia. Sobrevive como puede y no confía en nadie. En el Juego, va por libre y se muestra bastante impasible. Parece no creer en las alianzas.

Jugador 101: Jang Deok-su 

Jang Deok-su, el matón de poca monta

Este gánster se rige por los mismos principios en la vida que en el juego. Así que pronto consigue formar su propia pandilla y ser el jefe de la misma. Además, no duda en hacer trampas, amedrentar con agresividad o recurrir a la violencia cuando lo considera necesario.

Jugadora 212: Han mi-nyeo

Han mi-nyeo, la que no deja indiferente a nadie

Es el personaje femenino más histriónico de la serie. Poco se conoce de su pasado. En los primeros capítulos dice que tiene un bebé, pero dada a su poca tendencia a la sinceridad, no sabemos si es cierto. Se trata de una mujer con pocos escrúpulos que no duda en hacer todo lo necesario para sobrevivir. Se acerca a Jang Deok-su (no se sabe muy bien si por atracción o por interés) y no le importa nada lo que piensen de ella, aunque puede que muestre demasiado sus cartas.

Jugador 199: Abdul Ali

Ali, que emigró a Corea para buscar una vida mejor para él y su familia, lleva 6 meses sin cobrar y está desesperado. Esta situación le anima a aceptar la invitación a participar en este juego.

Abdul Ali, el que busca una vida mejor

¿Cuáles son los juegos de El Juego del Calamar?

Como es lo habitual en este tipo de series -o películas- el retrato de los personajes se va esbozando en su actitud frente a las pruebas en las que tienen que competir. 

En el capítulo 1: Luz roja, luz verde, los participantes se enfrentan a un clásico juego infantil en el que una persona se pone contra una pared dando la espalda al resto de jugadores. Estos pueden avanzar mientras ese individuo no les vea, pero quedan descalificados si se mueven cuando se haya dado la vuelta. En cada país, la frase que dice quién esta de espaldas varía, en la serie, este jugador es sustituido por una muñeca gigante que canta: "jugaremos muévete luz verde". En este caso, los que no están quietos cuando la muñeca les mira son, literalmente, eliminados.

En este primer esbozo de los personajes, vemos que el 001 es el que menos espantado parece con la primera revelación del juego. Se podría decir que incluso se divierte. Mientras tanto el nº.456 se ha quedado paralizado y Sang Woo le ofrece un truco para sobrevivir, mostrándonos que es una persona analítica y resolutiva. Cuando Gi-Hun avanza, hay un momento en el que está a punto de caer, en ese instante Ali le sujeta de la chaqueta, presentándose como alguien bueno, capaz de arriesgar su vida por los demás. 

Esta escena, además se ha convertido en un meme recurrente en redes sociales.

En el capítulo 3: El hombre del paraguas. En este juego, los soldados les ordenan elegir una de las 4 filas disponibles. Cada una de ellas lleva un dibujo: un triángulo, círculo, estrella y un paraguas. A los personajes les cuesta decidir, no solo por la imprevisibilidad del juego, sino porque ya se han empezado a formar alianzas. Instados por Sang Woo, cada uno de ellos se coloca en un dibujo diferente.

Este inocente parque es el escenario de la segunda prueba del Juego del Calamar

Finalmente descubren que la forma que han elegido corresponde a la de la galleta de azúcar que deben separar del resto del molde con una aguja. Aquí vemos como Mi-Nyeo hace trampas utilizando un mechero para calentar la aguja. Cuando recorta su galleta, se lo cede a Deok-Su, consiguiendo así una alianza con él. Gi-Hun acaba recibiendo el paraguas, la forma más complicado de recortar, pero consigue pasar la prueba de otra forma: lamiendo la galleta.

Son muchos los símbolos y juegos que están utilizando ciertas empresas para beneficiarse del éxito de la serie. Sin ir más lejos, el restaurante Baovan (Valencia) nos ofrece un premio si somos capaces de recortar esta galleta de azúcar.

En el capítulo 4: El equipo es lo primero, tienen que formar equipos. Sang Woo no está de acuerdo con la composición de su grupo, ya que hay "mujeres y ancianos" y él está empeñado en buscar hombres fuertes aún sin saber cuál será el juego. Gi-Hun, que aboga por proteger a los demás, incluye en el grupo a Sae-Byeok y al anciano, sin importarle las normas de su amigo de la infancia. 

No os contaré las bajas en este juego para no hacer spoiler, solo os digo que aquí se deja constancia de que a veces, es mejor maña que fuerza.

A veces es mejor maña que fuerza

El capítulo 6: Gnanbu (o "el capítulo de las canicas" para los que ya la hemos visto), es uno de los más duros y emotivos. En este episodio tienen que formar parejas sin saber que es para enfrentarse uno contra uno. 

Hay muchas formas de jugar a las canicas. En este caso, uno de los jugadores apuesta un número de canicas que mete en su mano. Cierra el puño y el otro debe adivinar si es par o impar. Si acierta, se queda con las canicas del jugador, si pierde, su contrincante se queda con las suyas. Cada uno de los participantes empieza la partida con 10 canicas y gana el que antes consiga hacerse con las del oponente "sin utilizar la violencia".

Nuestros personajes favoritos acaban confrontados mientras sabemos que, la mitad de ellos no aparecerá en el siguiente episodio. Es aquí donde nos planteamos seriamente que haríamos si de nuestra vida se tratara. Si las opciones fueran "matar" a otro o salvarte tú, sobre todo en el caso de la pareja formada por el protagonista y el anciano.

En este estado extremo de supervivencia se revela la verdadera cara de Sang Woo, confirmamos lo poco que le importan los demás a Deok-su (cambiando el juego en su propio beneficio) y lo racional que puede ser alguien que ha sufrido tanto como Ji Yeong (jugadora nº.240).

Las dos chicas esperan a los últimos minutos para decidir quién morirá

El siguiente es el capítulo 7:Los Vips. El título de este episodio se debe a los personajes que entran en escena. Se trata de un grupo de hombres poderosos que acuden al lugar con máscaras de animales para disfrutar del juego. Esta élite psicópata produce repugnancia y aversión, pero no es eso lo único que incomoda al espectador, ya que, al igual que él, está disfrutando de un violento y sádico juego. 

Estos son los Vips de El Juego del Calamar

En este capítulo los jugadores deberán elegir un dorsal con un número. La cifra está relacionada con el orden de un juego que aún no conocen. El protagonista duda hasta el último momento y acaba quedándose con la última posición. Esta prueba consiste en atravesar un puente que combina casillas de vidrio con cristal templado. Saltar sobre el cristal erróneo supone caerse de una altura que garantiza una muerte segura. Existe un tiempo determinado para llegar al final del puente, por lo que los jugadores que se queden rezagados no sobrevivirán. Es por ello, que mientras los primeros avanzan con lentitud, los que van detrás, los presionan para que vayan más rápido, creándose así los esperados conflictos.

Esta carrera no se trata de rapidez, sino de intuición y suerte

En el capítulo final, Un día con suerte, es donde los dos participantes que quedan en pie se enfrentan al juego que da nombre a la serie: El Juego del Calamar. Debe su título al dibujo del calamar que se utiliza para jugar en él, conformado por un triángulo, un cuadrado y un círculo.

Un jugador deberá ser atacante y el otro defensor. Este último se coloca fuera del dibujo del calamar. Tiene que burlar al primero para llegar a la cabeza del calamar. Si el defensor logra expulsar al atacante, este es eliminado, pero si llega a la cabeza del calamar, gana. 

Obviamente en este capítulo se decide quién gana, y aunque ese dato sea bastante predecible, la serie aún tiene muchos más secretos que desvelarnos en este final.

Opinión

El Juego del Calamar me mantuvo pegada al televisor de principio a fin. Sabe como mantener la tensión y arrastrarte a ver "solo un capítulo más". Además, de por el consabido y socorrido cliffhanger, por esa especie de fascinación morbosa de saber qué pasará, quién morirá y cómo. 

Desde el principio, nos sentimos muy cerca de los protagonistas gracias a un retrato profundo, pero dosificado de cada uno de ellos. Esto, sumado a la imprevisibilidad del desarrollo de los juegos y a una música y fotografía tan adecuadas, nos sumerge por completo en el universo de Squid Game.

Algunos de sus detractores critican la banalidad de su argumento o su notable parecido con otros éxitos como Battle Royale, pero, en primer lugar, no hay que olvidar que esta historia no es la primera ni la última que habla de juegos de supervivencia por lo que es lógico encontrar similitud con otras del género. En segundo lugar, no estamos hablando de una serie que muestre la violencia por la violencia, sino que a través de ella nos muestra como nos corrompe el capitalismo y lo que la desigualdad social puede crear. Además de los abusos perpetrados por el poder y la deshumanización y el individualismo feroz al que nos enfrentamos hoy día.

Y si una serie que habla de estos temas tan profundos ha triunfado, es porque se mantiene en un equilibrio perfecto. No necesitar funcionar como un panfleto pretencioso para comunicar su mensaje. Rechaza las escenas explicativas redundantes y los planos pedantes. Sabe a qué juega y lo hace muy bien.