Marina - Carlos Ruiz Zafón

Título: Marina

Autor: Carlos Ruiz Zafón
Editorial: Edebé
Págs: 288
Sinopsis:
Marina nos desvela el secreto del personaje Oscar Drai, que tras años de huir de su gran aventura de joven, decide volver a su ciudad natal Barcelona para contarnos una historia de amor que nunca dejará de atormentarle. La historia transcurre en un corto espacio de tiempo, para ser más exactos de finales de septiembre de 1979 hasta mayo de 1980, pero el personaje no decide contarnos su aventura hasta 15 años después, cuando se da cuenta que no puede huir de su pasado. Oscar Drai es un joven de 15 años que vive en un internado, que por casualidad o por sus ganas de explorar los alrededores, decide adentrarse en un viejo caserón de Sarriá abandonado. Allí conocerá a Marina y a su padre Germán Blau, un pintor viudo, muy apenado por la muerte de su esposa. Poco a poco el personaje se involucra en su vida y se adentra en una historia llena de misterio que puede costarle la vida o algo más. Pero en realidad es una historia de amor, envuelta de misterio y de terror.

Opinión Personal:
Me he prometido antes de empezar esta reseña no dejarme llevar por la euforia y fascinación que me produce la forma de escribir de este autor. Estoy completamente enamorada de como escribe, y se podría decir que es mi autor favorito.
Su forma de expresar los sentimientos, el lenguaje poético que emplea y lo acertado y bello de sus metáforas, siempre hacen que vuelva sobre lo leído para deleitarme con sus frases e incluso parar la lectura para apuntarlas. De mayor quiero escribir como Carlos Ruiz Zafón.

Sus personajes tienen vida propia y se salen de las hojas del libro, nos metemos en su mundo y reímos, sufrimos y disfrutamos con ellos. Además, aunque las historias sean diferentes y los personajes del escritor, siempre tienen su sello personal; como si de sus propios hijos se tratara.

En cada libro explora una vertiente diferente del amor, la amistad, el misterio, la confianza y la muerte, con ciertas pinceladas góticas. Casi siempre suelen aparecer referencias a los libros, sus personajes son libreros, escritores... Eso, unido a que la ambientación suele ser en una Barcelona de la primera mitad del siglo XX, hacen de la narración algo mágico y acogedor.

Este libro en concreto, fue el último del último de Carlos Ruiz Zafón dentro de la narrativa juvenil, y puedo decir que este es uno de los mejores libros del autor y el mejor libro de narrativa juvenil que he leído nunca. Porque aunque esté dirigida al público juvenil, su transfondo y temáticas llegan también al público más adulto. No es para nada una obra llena de clichés juveniles, este libro va más allá, y yo ni siquiera lo encuadraría en un género en concreto.

El protagonista nos narra su historia como una especie de confesión, y desde su mirada adolescente, vemos como, uno de tantos días en los que pasea fuera del internado en el que estudia, acaba robando casi sin querer, un reloj de bolsillo, y a partir de ahí, su vida cambia por completo; por una parte,al conocer al propietario del reloj y su hija, y por otra; por el misterio que Marina pone ante sus ojos: una mujer cubierta por un velo negro, deja una rosa sobre una tumba sin nombre pero adornada por una mariposa negra.
La historia que hay detrás de esa mariposa negra, puede llegar a ser escalofriante en muchas escenas. El autor sabe como crear una buena atmósfera para desarrollar sus historias.

Es un libro de misterio y sentimientos, con ciertos toques fantásticos. Tiene una prosa cuidada, pero a la vez accesible a todos los lectores. El ritmo de la narración es ameno y adecuado, y se lee fácilmente en un par de tardes (lo que no significa que la trama no esté trabajada). Debo decir que la primera vez que lo leí no me gustó mucho por el final, pero a la segunda leída me metí por completo en la piel de Oscar Drai y me dejé llevar por la lectura con auténtico deleite.

¿Lo recomiendo? Por supuesto
¿Lo volveré a leer? Sin lugar a dudas.



Y si aún no he convencido, os dejo con estas frases del libro:

 "Los viejos portales del barrio parecían sonreírme, cómplices. Podía escuchar el eco de mis pasos, pero hubiera jurado que andaba un palmo por encima del suelo."

 "Me disponía a explicarle a Marina la extraña aparición que había creído presenciar cuando ella se rió sutilmente y se inclinó para besarme la mejilla. El roce de sus labios bastó para que se me secase la ropa al instante. Las palabras se me perdieron rumbo a la lengua. Marina advirtió mi balbuceo mudo."

 "¿Te gustan los misterios?-asentí con la cabeza. Creo que si me hubiese preguntado si me gustaba el arsénico mi respuesta habría sido la misma."

"¿Qué clase de ciencia es ésa, capaz de poner un hombre en la luna pero incapaz de poner un pedazo de pan en la mesa de cada ser humano?"

"Conservo sus consejos y sus palabras guardados bajo llave en el cofre de mi memoria, convencido de que algún día me servirán para responder a mis propios miedos y a mis propias dudas."