Mortal Debilidad


Le hizo pasar a la sórdida habitación en la que lo había citado con la excusa de las fotografías por las que mataron a Marco. Antes de que pudiera darse cuenta, sintió el frío metal del revólver de Irina en la nuca.

-No deberías confiar en alguien sólo porque parezca desvalida.

-Siempre supe que no eras periodista- dijo sin inmutarse-.

La tranquilidad del objetivo le inquietó y se le encasquilló el arma. Anthony la estampó contra la pared y con una mano le puso los brazos sobre la cabeza mientras con la otra, sacó su revólver.
-No sólo tú llevas arma- sonrió- pero no me matarás. Ya no puedes.

-Claro que puedo, es mi trabajo.

Volvió a sonreír y se acercó hasta que sus labios se rozaron. En ese momento, otro hombre entró en la habitación:

-Un asesino no puede tener debilidades- disparó a Irina en el pecho- buen trabajo, Anthony.
Anthony asintió con la cabeza mientras apretaba los dientes.



Como ya os conté el martes, uno de los relatos que envié a un certamen fue elegido para aparecer en una antología de 150 microrrelatos. Envié dos y como el otro no lo eligieron, lo comparto aquí con vosotros para que, de todas formas, llegue a ser leído por más personas.

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