Reseña y análisis: Otra Vuelta de Tuerca / Henry James

Título: Otra Vuelta de Tuerca
Autor: Henry James
Editorial: Anaya
Págs:187
Sinopsis:
Una joven inglesa llega a una vieja mansión en el campo para encargarse de la educación de dos niños que han quedado huérfanos. Poco tiempo después de su llegada, descubre que los niños reciben periódicas visitas de sus antiguos preceptores, un hombre y una mujer que habían muerto hace más de un año. La institutriz, horrorizada, decide hacer lo posible para defender a los niños, cuya custodia se le había encomendado, y trata de interponerse entre ellos y dos fantasmas, Con esta historia, aparentemente tan sencilla, James logró realmente dar otra vuelta de "tuerca" del terror que impregna esta novela.




 📌Reseña: 

Hacía mucho tiempo que este libro estaba en mi eterna lista de pendientes, así que cuando lo encontré a un precio irrisorio en un puesto de libros de segunda mano, no dudé en hacerme con él.
Aunque nunca lo había leído, sabía de que trataba y que era lo que había convertido a esta obra en un libro tan nombrado: aparentemente, Otra Vuelta de Tuerca (1898) tan solo es una historia de terror en la que su "única" novedad es la introducción de dos niños en la historia (a día de hoy, los niños siguen dando un toque verdaderamente siniestro en las historias de terror, por lo que esta innovación fue un gran acierto por parte del autor).

Sin embargo, si el lector es atento, se encontrara con detalles que le harán dudar de la veracidad de lo narrado por la institutriz. No quiero desvelar demasiados detalles para el lector no iniciado en esta obra, pero trataré de exponer su argumento:

El libro arranca con una reunión en la que varios hombres y mujeres se cuentan historias de terror. En un momento determinado, uno de ellos asegura poseer un manuscrito en el que una institutriz cuenta como las tiernas criaturas de las que se hace cargo han sido visitadas por fantasmas.

A partir de aquí la narración la componen las vivencias de la institutriz desde el momento en el que llega a Londres para reunirse con el tío de Miles y Flora, los niños de los que tiene que hacerse cargo. Desde un primer momento se nos hace muy extraño que los niños vivan en otra casa diferente a la de su tío. Lo que todavía resulta más desconcertante es que el hombre no quiera tener noticias de lo que les ocurra a sus sobrinos.

La misma institutriz (de quien en ningún momento se nos dice el nombre) nos confiesa su temor ante el hecho de haber firmado un contrato con tan extrañas condiciones, pero no nos dice que condiciones son esas.

Este acontecimiento es el punto de salida en la creación del suspense de la narración. Los hechos que suceden tras la firma de este contrato son cada vez más extraños, creando la tensa atmósfera que envuelve toda la obra..

Al principio nos damos cuenta de que no sabemos qué fue de la institutriz predecesora ni por qué han expulsado del colegio a Miles. Más adelante descubrimos que tanto la antigua institutriz y el ayudante del tío de los niños, aparecen en la casa sin previo aviso. Además, parece que sus visitas influyen en el comportamiento de los niños.

La institutriz nos cuenta con verdadero pavor como los dos niños que la tenían embelesada con su apariencia angelical, parecen guardar un secreto. Nos asegura que se comunican entre ellos con miradas y que su comportamiento es cada vez más siniestro y menos infantil, por lo que siente una verdadera urgencia por alejarlos de los espíritus que les están corrompiendo.

A pesar de ello, y de sentir que no puede controlarlos ella sola, se niega a pedir ayuda al tío de los niños. Tiene un verdadero afán por impresionarle, lo que nos lleva a pensar que es muy probable que esté enamorada de él.

Durante la narración vemos que la institutriz tan solo se relaciona con Grose, el ama de llaves, quien es su antítesis; como la protagonista afirma, no tiene malicia y tiene una total falta de imaginación. También posee la calma que a ella le falta y cree a pies juntillas en todo lo que ella le dice.


La historia parece acabar sin un final, ya que termina de forma abrupta en el clímax de la misma,  Es como si hubiéramos estado leyendo todo el rato por encima del hombro del autor mientras escribía y en el momento álgido se girara y nos preguntara:

¿Qué crees que es lo que ha pasado?


En mi opinión es una estrategia muy bien jugada por parte del autor, quien nos mantiene durante más de cien páginas con el alma en vilo preguntándonos que es verdad y que no, mientras elucubramos decenas de teorías.


Me sorprendió gratamente que pese a la antigüedad de la obra, el tipo de prosa no dificultara su lectura. También cabe a destacar que utilizando un ritmo de acción no demasiado rápido, la intriga sea constante y en ningún momento se tenga la tentación de abandonar el libro. Su forma de manejar la tensión en la obra es perfecta y esa atmósfera tensa y angustiante se mantiene de principio a fin.

Uno de los detalles que nos mantienen expectantes es que la narración que nos ofrece la institutriz se hace después de que sucedieran los hechos, por los que añade ciertas frases misteriosas que anticipan lo que está por venir, al estilo de "esos serían los últimos días de paz que tendríamos".

He leído varias reseñas en las que el lector se queja de ese "final abierto" pero, ¿realmente es un final tan abierto como parece?

------ Si no te has leído el libro, quizás sea mejor que no continúes leyendo-----

Tal y como he comentado al principio, Otra Vuelta de Tuerca comienza con una reunión de varias personas que cuentan historias de terror. Uno de los hombres allí presentes, asegura tener en su haber un manuscrito misterioso escrito por una institutriz y asegura que estaba enamorada de alguien.

Una vez nos internamos en la narración de la institutriz, vemos quien puede ser el objeto de ese enamoramiento: el tío de los niños. Como ya he dicho antes, la institutriz prefiere luchar ella sola contra todo para no contrariar las órdenes que "el caballero de Londres" le dio y conseguir así, impresionarle.

Desde el inicio observamos una gran afectación y nerviosismo en la actitud de la institutriz:

"Recuerdo que en los siguientes días mi espíritu se vio embargado por una sucesión de altibajos. Después de aceptar su oferta, recuerdo que pasé dos días en Londres con gran intranquilidad. Todas mis dudas resurgían de nuevo y estaba casi convencida de haber cometido una gran equivocación".

Este extracto nos puede hablar del típico presentimiento que tiene el protagonista de una historia de terror cuando la tragedia comienza a planear sobre su cabeza. O el de una persona que se siente intranquila sin ninguna razón.

Además, también siente cierta desconfianza hacia el ama de llaves, la cual, huelga decir, que no hace otra cosa que ser amable con ella:

"La recepción que me hizo la señora Grose fue, incluso, demasiado calurosa. Debí haber advertido que aquella mujer -fuerte, limpia, sencilla y honrada como parecía- estaba demasiado contenta de verme, que incluso hacía esfuerzos por disimular su alegría".

Lo que hace que, una vez más nos preguntemos: ¿intuición o neurosis?

La institutriz se siente cautivada por todo cuanto le rodea, orgullosa de formar parte de aquella casa. Siente la responsabilidad de manejar la vida de las personas que le rodean para que todo sea perfecto. Su fijación es tal que pasa por alto algunos hechos que a cualquiera de nosotros, como mínimo, nos inquietarían:

"Cierto que durante la noche me pareció oír  a lo lejos el llanto de un niño; cierto también que en otro momento, me sorprendí escuchando unas leves pisadas que pasaban junto a mi puerta. Pero todas esas fantasías no eran lo suficientemente reales para distraer mi atención de aquello que tanto me preocupaba." (se refiere a la educación de Flora)

Y es que los niños la tienen tan cautivada que, en ocasiones parece que ejerzan sobre ella algún influjo mágico. O enfermizo:

"Desde el primer momento en que lo vi [...] me percaté al instante de que estaba hecho con el  mismo molde de su hermana, que su presencia emanaba la misma pureza, la misma dulzura, que su figura aureolada con el mismo misterioso resplandor que desde el primer momento advertí en Flora. Lo que yo sentí al verlo fue algo que nunca había sentido en ningún otro niño: tenía su persona un aire sobrenatural, como si aquella criatura fuera capaz de transmitir amor a todos sus semejantes."

La fascinación que siente hacia el niño, Miles, es tal que cuando al niño le expulsan del colegio, acaba por educarlo ella misma antes que buscarle otro colegio. Cuando el pequeño le pregunta que cuando volverá al colegio y le señala su necesidad de relacionarse con niños de su edad, la institutriz da por hecho que es el espíritu del ayudante de cámara de su tío, quien le ha inculcado esas ideas.

El tema de las apariciones es bastante confuso: el ama de llaves no llega a presenciarlas en ningún momento. La niña, Flora, asegura no ver a nadie cuando la institutriz señala directamente a la otra parte del lago en el que se encuentran. Según nos cuenta, en la otra orilla se encuentra Jessel, la antigua institutriz de los niños, que no se resiste a separarse de Flora ni aun después de la muerte.



Al poco tiempo de esta aparición Flora abandona el dormitorio que compartía con la institutriz y se aloja en el de el ama de llaves. Allí le pide al ama de llaves que no deje que la protagonista se le acerque y pasa varios días enferma.

Es bastante curioso que Jessel, la antigua institutriz, se parezca físicamente  a la institutriz actual en lo que a belleza y juventud se refiere. También nos resulta sorprendente que  Peter Quint, el antiguo ayudante del tío de los niños, se vista con las ropas del amo y guarde cierto parecido físico con él. Nos llama enormemente la atención que se insinúe una relación pecaminosa entre ambos "a pesar de pertenecer a mundos diferentes". Y como dicha relación corrompe a todos los que los rodean. 

La institutriz los ve siempre justo en el momento en el que los niños hacen algo que se sale de su habitual comportamiento angelical y los culpa de estar corrompiendo a las tiernas criaturas.


Hacia el final del libro, Flora tiene que marcharse con el ama de llaves. En teoría, todo esto es un plan para enfrentarse a las apariciones, pero bien podría ser una estratagema de Grosel para que la niña saliera de aquel delirante ambiente que tanto la estaba angustiando.

La institutriz se queda a solas con Miles en un momento en el que su amor por él nos hace pensar que está bordeando límites morales y legales:

"Y, sin embargo, yo percibía otro elemento en el comportamiento de Miles aquel día. Sus gestos eran más estudiados, sus palabras más escogidas, como si aquella comida tuviera para los dos una importancia especial. Recuerdo que después de comer, y cuando el servicio ya se había retirado, el señorito Miles se acercó a la ventana -la misma por la que yo había visto la aparición- y se quedó mirando pensativamente el paisaje. Parecíamos una pareja de novios que se encuentran en presencia del servicio. Miles pareció intuir lo que yo estaba pensando cuando, después de un gran suspiro, murmuró:
- Solos, al fin..."

Esta perturbadora declaración deja clara la extraña obsesión que tiene la institutriz por Miles. En un primer momento, podemos pensar que cuando habla del ama de llaves, está retratándose a sí misma: "Al no tener hijos propios, sentía hacia los dos niños un extraordinario afecto", pero llega un momento en que su cariño hacia Miles hace que empiecen a planear sobre nuestra cabeza serias dudas de porque se siente tan unida a un niño de diez años, hasta el punto de describirlo como una persona superior a ella en inteligencia y astucia.

Toda esta bizarra situación acaba descarrilando en el abrupto final del libro:

"Y el niño, por más que miraba, sólo conseguía ver la luz última de un día apacible. Al percatarse de lo que había perdido, el niño lanzó un grito, un aullido, como si en vez de salvarlo, le hubiera empujado hasta las profundidades del abismo. Lo cogí, lo estrujé entre mis brazos, volqué, en su persona, toda la pasión que había en mí. Sólo al cabo de un minuto me atreví a mirar el cuerpo frío que tenía entre mis brazos... ¡Y es que su corazón, desposeído, había dejado de latir!"

Al principio dije que esta historia puede parecer una simple historia de terror cuyo única originalidad reside en el contraste de algo tan siniestro como la aparición de unos espíritus con la candidez de dos niños, pero si leemos entre líneas, ciertas frases nos advierten del estado psicológico de la institutriz.

Lo primero que pensé sobre las apariciones, es que podrían ser algo que ella misma inventó para justificar a los niños cuando dejaban de ser perfectos y se rompía su burbuja de mundo ideal. Hasta que no buceé por internet no me planteé otras teorías más profundas respecto a los espíritus de dos personas que, casualmente, se parecen a ella y al tío de los niños, persona de la que está enamorada. 

He leído que podría tratarse de un reflejo de ella misma, su parte más oscura, la que reprime y que sí se atreve a dar rienda suelta a sus deseos. En esta teoría, Peter Quint, el fantasma del ayudante, podría ser el tío de los niños, por lo que viste con su misma ropa y también se trata de un hombre atractivo. Si se ahonda más en esta teoría y en el simbolismo que la figura del fantasma tiene para Henry James en el resto de sus obras, podemos observar que esta teoría es de lo más factible.

Respecto a la muerte de Miles, en mi opinión, es ella misma quien ha matado al pequeño. Puede que por asfixia, o porque su cabeza no aguantara la presión a la que la institutriz la estaba sometiendo. Flora también acaba enfermando y teniendo delirios, lo que me hizo recordar un libro que leí hace poco y el síndrome de Münchhausen.



En definitiva, en Otra Vuelta de Tuerca, Henry James hace gala de su genialidad al ofrecernos a la misma vez una novela gótica y un thriller psicológico. La perdurabilidad de la fama de esta obra se debe, en gran medida, a la cantidad de lecturas que nos ofrece y no han sido pocas las personas que han ahondado en todas y cada una de sus interpretaciones y que incluso las han llevado a la gran pantalla.

Como he dicho en varias ocasiones, para mí una señal de que lo que estoy leyendo es bueno, es que me haga pensar, y Otra Vuelta de Tuerca cumple esto con creces.


* Las imágenes que aparecen son las ilustraciones que aparecen en la edición de la editorial Anaya.





Comentarios

  1. Hola Chariiiii!!!!

    Aquí estoy otra vez, vestida de pinguino, para comentar en un blog tan divino. Si, es una rima al nivel de Quevedo, Machado o Góngora, los pobrecicos aprendieron de mí. XD

    La historia por un lado me recuerda a pelis que se repiten otra y otra vez, como el ajo en las pantallas de cine, eso quiere decir, por un lado, que este señor lo hizo muy bien en su día al escribir esta novela, y por el otro, que como levantase la cabeza, les ponía una denuncia por derechos de autor como el acueducto de Segovia.
    No he leído el libro, pero como me gusta ir así, a lo rebelde, y los spoilers me importan un pito, pues hala, toma reseña chula.
    A la institutriz se le va un poco la olla, no? Digo, que en vez de echarle cuerpo, podría haber pedido ayuda, o creo que le echo tanta imaginación a la cosa que se le fue de las manos. O a o mejor le daban alucinógeneos...o a lo mejor ella se lo imaginaba todo solita porqué estaba mal de la azotea, y era una sociópata. Prometo que he escrito esta última línea sin haber llegado al final del post. Jajajaja!
    No, en serio, acojona un poco, que esto parece 'Los Otros', que también ahí se acaban cargando al niño. Ufff!!! Estoy segura que de leerlo, se me hubiesen puesto los pelillos de punta, en modo puercoespín.

    Un besote enooorme!!!!! ♥

    PS: Y genialérrimo post!!!! (Me alegra que te animes a darle cancha al asunto y hacerlos más largos, porqué hoy he aprendido algo que no sabía sobre literatura, y eso es impagable)

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  2. ¡Hola Hydre!:
    Primero que todo he de decirte que tu intuición no te ha fallado: A mí también me recordó mucho a la película de Los Otros y buscando información sobre el libro en internet me encontré con la sorpresa de que Amenábar se inspiró en Otra Vuelta de Tuerca.

    Henry James se adelantó a todas esas películas que mencionas dándonos los orígenes del thriller psicológico muy bien escondidos tras una novela gótica. De hecho, tuvieron que pasar años para que los "entendidos" se dieran cuenta que la vuelta de tuerca de esta novela no era sólo por la novedad de que aparecieran niños.

    La institutriz tiene, bajo mi punto de vista, serios problemas psicológicos. Es angustiante ver como quiere resolverlo ella todo sola por impresionar al dueño de la mansión y muy perturbador el excesivo amor que les profesaba a los niños.
    Seguro que te hubiera dado escalofríos. Yo estoy acostumbrada a leer terror y la verdad es que me resultó bastante inquietante todo. Además le puedes sacar tantas lecturas que cierras el libro y aún te tiras rato pensando.

    Me alegro mucho de que te guste y me halaga que tú puedas aprender algo de mí jajaja. (Si hasta Quevedo y Góngora aprendieron de tus rimas... )

    Gracias por ser, de momento, la única que ha invertido su tiempo en leerme y comentar ;)

    ¡Besotes!

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    1. Para mí es un gustazo leerte, ya lo sabes! Eres una de las pocas que no publica mierdi libros, así, que todo mi apoyo a destacarse de los demás melones que corren por la bloggosfera.

      Un besoteeeee!!!! ❤

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  3. Me alegro de que te haya gustado. Me gustó mucho el libro cuando lo leí en su momento. Creo incluso que dejé un guiño en Hollow Hallows a esta obra. ¿Has visto la película The Innocents que lo adaptó? Me pareció fantástica y te la recomiendo encarecidamente.

    Genial reseña como siempre de una obra que fue capaz de instaurar la semilla de la duda en la mente de los lectores.

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    1. Es un libro genial que me alegro de haber comprado. No he visto la película The Innocents pero he visto muy buenas críticas sobre ella, así que voy a verla. Igual si me animo hasta hago también reseña de la película.

      Gracias por dedicar tu tiempo a leerla y comentarme.

      ¡Saludos y feliz lunes!

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