Reseña: Una buena chica de Mary Kubica

"He estado siguiéndola estos últimos días. Sé dónde hace la compra, dónde trabaja. Nunca he hablado con ella. No sé de qué color son sus ojos, ni qué aspecto tienen cuando se asusta. Pero lo sabré."

Una noche, Mia Dennett entró en el bar donde había quedado en encontrarse con un amigo con el que salía de vez en cuando. Pero él no apareció, y Mia cometió la imprudencia de marcharse con un misterioso desconocido. Colin Thatcher parecía en principio un ligue inofensivo. Marcharse con él, sin embargo, acabaría siendo el peor error que había cometido en toda su vida.

Colin decidió llevarla por la fuerza a una cabaña aislada en las montañas de Minnesota en lugar de entregarla a las personas para las que trabajaba. A partir de ese instante, Eve -la madre de Mia- y el detective Gabe Hoffman no se detendrían ante nada para encontrarla. Nadie, sin embargo, podía predecir las implicaciones emocionales que tendría su secuestro y que acabarían por causar el derrumbe de la vida familiar de los Dennett.

Este es un resumen de lo que encontrarás en Una buena chica

Reseña:

Me decidí a leer esta novela porque en muchos artículos la incluían como grip lit, género al que pertenece Perdida de Gillian Flynn, y este tipo de libros me resultan perfectos cuando quiero algo que me entretenga y me enganche. 

No puedo decir que Una buena chica no me haya entretenido y enganchado, ya que los capítulos son cortos y el ritmo muy ágil, pero pero tampoco puedo negar, que en muchas ocasiones, me ha sacado de mis casillas. A continuación, os cuento los motivos:

Tres personajes, una sola voz

Una buena chica es una novela coral que pivota sobre 3 personajes: Eve, Gabe y Colin. La primera es la madre de la protagonista, Gabe es el policía que investiga el secuestro de Mia y Colin es el secuestrador.

Cada uno de ellos nos narra en primera persona, el desarrollo de la trama desde su punto de vista. La acción transcurre hacia adelante y hacia detrás, ya que se nos ofrecen dos tiempos: "antes" y "después", obviamente el hecho que delimita el pasado del presente es el secuestro de la protagonista, la cual no recuerda nada de lo ocurrido y ahora pide que le llamen por otro nombre: Chloe.

Lo que más sorprende es que no haya casi diferencias en la forma de expresarse de estos 3 personajes. No resulta muy creíble que una mujer de clase acomodada, un policía y un secuestrador se expresen de un modo muy similar. Además esto no solo sucede en los diálogos con otros personajes, sino también en su propio fuero interno. 

Otra cosa que me chirrió sobremanera es la sensibilidad y fina prosa de algunos personajes, en especial, Colin. Alguien que más que un delincuente de poca monta, parece un poeta:

"Me lo imagino: nosotros dos cruzando afanosamente montículos de cerámica mientras una nieve resplandeciente nos envuelve, encerrados en nuestra propia burbuja"

"se me quedó grabado en la memoria tu pelo, como te caía por los hombros, hasta que estiraste los brazos y lo recogiste (...) le sonreíste y pensé que nunca había visto nada tan... No sé... Que nunca había visto nada tan bonito, en toda mi vida (...) Había uno de esos cielos de otoño tan espectaculares..."

Los buenos son muy buenos, y los malos son muy malos

A excepción de la protagonista -la cual, más que "una buena chica", me parece una chica insulsa-, el resto de personajes que aparecen en este libro se sitúan a uno u otro extremo del bien y del mal:

James Dennet

El padre de la familia es James Dennet, un afamado juez que está en la novela para ser malo, muy malo. Solo le importa la imagen, es desconsiderado con su hija enferma y trata fatal a su mujer. Es un personaje plano, sin complejidad alguna. Su misión es ser el blanco de todo nuestro odio y justificar las acciones de los personajes "buenos".

Colin/ Owen

Colin es el único que podría habernos ofrecido algo de profundidad, ya que es un delincuente que tiene una crisis moral. Cuando Dalmar (su "jefe"), le pide que secuestre a Mia, acepta el encargo sin dudar, sin embargo, una vez la lleva engañada hasta su casa empieza a arrepentirse de haber aceptado aquel chanchullo. Hasta aquí, todo bien. El desarrollo de ese conflicto psicológico interno podría haber resultado muy interesante, pero no, Colin baja la guardia rápidamente y se enamora de Mía. Sus gestos de amor solo me resultarían verosímiles si se trataran de un perturbado, pero no, se supone que esta historia es romántica. 

Gabe

En cuanto a Gabe, es el policía encargado de llevar el caso de la desaparición de Mía. Es un hombre de mediana edad, honrado y bueno que no se cuida demasiado. No tiene ni una sola pizca de maldad, todo en él es bueno. 

Además, la investigación policial que nos ofrece es bastante aburrida, ya que sabemos por adelantado que encontraron a la protagonista y el cómo no es especialmente emocionante. Es mucho más interesante como se intercalan el pasado con el presente en la acción para ir desvelándonos lo sucedido, que las pesquisas del policía. 

Sobre Gabe como interés romántico de Eve Dennet, hablaremos en el siguiente apartado.

Relaciones "románticas" innecesarias

Como ya hemos visto, James Dennet, es malo malísimo, lo cual viene genial para justificar que su mujer se enamore de otro hombre, como por ejemplo ¿el detective que investiga la desaparición de su hija? Esta relación es totalmente innecesaria y contiene ciertas dosis de vergüenza ajena. Ese "no por favor, no me beses, lo nuestro es un amor imposible" de culebrón intenso, no nos hacía ninguna falta.

Y no va a ser la única relación forzada en este libro.

Mia esta aislada en una cabaña en contra de su voluntad. Un hombre que  le ha pegado y amenazado con una pistola, la ata cada vez que se va a comprar para que no se escape. Pasan frío, hambre y penurias porque Colin no sabe muy bien qué hacer con ella. Como es lógico la relación entre ambos es tensa y hostil, pero esto solo es al principio. 

Yo no quería ver las señales que la autora nos iba dejando e intentaba autoengañarme pensando que tan solo era una treta para que el plot twist fuera mucho más impresionante, pero no, esas conversaciones entre los dos en las que hablan de sus familias y dónde se acaban dando cuenta de que "ricos y pobres no son tan diferentes", son la antesala de algo más, ya que en el presente, Mia esta embarazada.

Es curioso que al final del libro, la psicóloga de la protagonista nombre el síndrome de Estocolmo pero tanto Mia como su madre aseguren que no y la narración presente la relación entre la hija de los Dennet y Colin como algo romántico.

Desenlace: Alerta spoilers

Hasta ahora lo que sabemos es que Colin secuestró a Mia pero que al final se arrepiente, por lo que, en vez de entregársela a sus captores finales, la lleva a una cabaña en la montaña, alejada de todo. En el transcurso de este "encierro", ambos terminan enamorándose, pero algo ha ocurrido porque en el presente Mia sufre estrés post traumático y no recuerda nada de lo sucedido.

Teniendo ya los datos sobre lo que pasó entre Colin y Mia, uno se pregunta ¿y qué ha sido de Colin? ¿Estará en la cárcel? ¿Por qué nadie dice donde está? Pues porque... tachán, tachán... Colin está muerto.

La policía encontró la cabaña en la que se ocultaban y por, una especie de malentendido, acaban disparando a Colin y muere. Este suceso marca tanto a Mia, que pierde la memoria y la deja completamente trastornada. Finalmente, lo único que le queda a la protagonista de su esa relación es el hijo que se está gestando en su vientre (sin comentarios).

Pero, espera, no te vayas, que queda otro plot twist: En el epílogo, nos enteramos de que Mia encargó su propio secuestro. ¿Te acuerdas del malo malísimo de su padre? Pues por algunos chanchullos ilegales de su padre (y porque es nuestro objeto de odio), Mia quiere acabar con su reputación, así que hace un trato de lo más extraño con Dalmar: pide que la secuestre para no parecer sospechosa de la filtración de esos documentos clave.

Obviamente, el secuestro que ella planeó no era el que acabó viviendo, lo que no se explica, es porque no le revela la verdad a Colin cuando este le confiesa que están allí, pasando miedo y necesidad por un hombre muy peligroso llamado Dalmar.

En el desenlace de esta historia, Mia queda atrapada en su propia trampa y el resultado es bastante insatisfactorio y dramático.  En mi opinión, sería más interesante, por ejemplo, que el juez Dennet fuera un personaje cruel pero más complejo y que Mia, en aras de su venganza personal, hubiese fingido su amnesia y manejado a Colin a su antojo (evitando el embarazo, por supuesto). 

Conclusión

Como he comentado al principio, este libro es uno de esos que te engancha y lo puedes leer fácilmente en dos tardes. Además, está bien escrito, lo que hace que, aunque ciertas cosas no te convenzan del todo, sigas leyendo. 

Puedo entender los fallos en la construcción de los personajes, ya que es el primer libro de Mary Kubica, pero la resolución de la trama es muy pobre y parece que el único objetivo del desarrollo de la misma haya sido que Mia tenga un hijo y su madre una pareja nueva. 

Quizás si se hubiera tomado más tiempo para construir a los personajes y  no se hubiera empeñado en meter relaciones románticas con calzador hubiera podido extraerle mucho más potencial a la trama.

En definitiva, esta lectura ha sido bastante decepcionante porque al acabar el libro no sé si he leído un thriller o una especie de novela "romántica" camuflada entre atisbos de suspense. 

Puntuación: 2/5