Siempre

“Siempre estaré ahí para ti, lo prometo. ” Fueron las últimas palabras que le dije.
No la quería y nunca lo haría. Nunca. Ella juró no suplicarme nunca más que me quedara. Nunca más. Me dirigió una sonrisa que podría haber helado el infierno y salió susurrando algo sobre almas.
A los dos días se suicidó. Al principio me sentí culpable, pero, dado a que no la amaba, no tardé en superar aquel acontecimiento.
Pasados los meses, invité una mujer a mi casa. Se acercó para besarme cuando uno de sus ojos cayó en su escote y el otro rodó entre nuestros pies, como si un bisturí invisible los hubiera extraído de las cuencas. Su cara quedó cubierta de una sustancia gelatinosa mientras la sangre lo salpicaba todo aquí y allá. El dolor que sentí al verla morir, se convirtió en físico cuando alguien rasgó mi piel para escribir en ella: “Prometiste que siempre estarías ahí para mí. Siempre”.

(Este es mi segundo relato presentado al III Concurso de Terror ArtGerust. Homenaje a Edgar Allan Poe)

Comentarios

  1. Un relato perturbador, muy bien escrito :)

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  2. ¡Gracias! Aunque la editorial escogió el otro relato que les envié: http://rinconrevuelto.blogspot.com.es/2014/11/el-ojo-de-la-cerradura.html

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