Recordar....

-¿Qué haces mirando eso? ¿Estás loca o qué?
La oyente aparta la vista de la pantalla y sonríe, agravando la confusión de su amiga y le responde:
-¿Qué tiene de malo que eche una ojeada a mi pasado?
-¿Qué pretendes conseguir exactamente?
Ella sonríe, le encanta cuando dice esa frase, sabe que, cuando la dice, es porque ha introducido a su amiga en una burbuja de indignación y confusión.
- Estoy mirando el avión que no cogí y que se estrelló, estoy mirando el edificio que se derrumbó a los cinco minutos de salir de él, estoy mirando mi pasado y aplaudiéndome por haber salido de ahí a tiempo, puede que no sean recuerdos agradables, puede que para ti sea como fustigarme, pero para mí es pegarme para ver que ya no duele, que ya no sangro.
-¿Y porqué siempre lo haces en este tipo de días?
-Para recordarme que no es bueno no escuchar siempre lo que quieres oír, ni ver lo que esperabas ver ni tener justo lo que ansiabas, que cuando las cosas son perfectas lo mejor es desconfiar de tus sentidos porque seguro que hay algo que no es cierto. Sin embargo, cuando las cosas fallan pero sabes que puedes arreglarlas, lo mejor es no desfallecer , porque así puede que sí llegues a un sitio en el que las cosas sean casi, casi perfectas, porque como una vez leí por ahí:

La hora más oscura es la que precede al alba



Comentarios

  1. Sí, puede que a veces ese pensamiento lo eche todo a perder, pero también hay veces en el que preferimos bebernos una dulce mentira por no enfrentarnos a la realidad.
    De las dos cosas he visto en mi vida.

    Saludos Niebla.

    (Qué gracia me ha hecho lo del salido, jajajja, qué buena eres)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario