En la estación

El viento agita unos mechones de cabello mi cabello color chocolate, acarician suavemente mi cara y aspiro su dulce aroma.
En mis oídos una de esas canciones que tanto me inspiran. Sonrío; acabo de escuchar una de esas frases que sólo entendemos los que hemos pasado por ahí.
Sentada tranquilamente, inmersa en mis pensamientos, no oigo las conversaciones de los adultos que pasan por mi lado ni el griterío de unos niños que corren de aquí para allá y que saltan por encima de los bancos de la estación.
Espero a mi mejor amiga (confidente, hermana y otras muchas cosas más), sabiendo que su semblante no va a ser el de siempre; ¡por fin su suerte ha cambiado!... Y puede que la mía también, quizás no por la misma razón, pero las dos sonreímos al vernos como interrogándonos con la mirada.
Nuestros destinos siempre se acaban poniendo de acuerdo y nuestras lágrimas y nuestras sonrisas siempre acaban siendo compartidas...



Comentarios

  1. Sentimiento y belleza despiden tus letras... Tener una sola amiga o amigo pero bueno de verdad, es algo que no puede tener todo el mundo...Normalmente tenemos muchos pero para lo bueno, cuando llega lo malo quedan muy pocos si es que queda alguno...
    Un abrazo

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  2. Y lo bonito es, saber que estará ahí siempre y que puedes entenderte con él/ella con sólo una mirada; ese sentimiento telepático es mágico.
    Un abrazo Flor, gracias por seguirme.

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